miércoles, 19 de diciembre de 2012

REFLEXIONANDO SOBRE EL PROYECTO DEL NUEVO PLAN DIRECTOR DE AREQUIPA

OPINION SOBRE EL PATRIMONIO Y LA RENOVACION URBANA FRENTE AL PROYECTO DEL NUEVO PLAN DIRECTOR DE AREQUIPA
Considerando la valiosa identidad cultural y su innegable legado dejado por las pretéritas generaciones asentadas en el valle del Chili no sólo desde la época inca sino mucho más atrás en el tiempo y del cual se conoce poco debido a que la vorágine de los momentos históricos suscitados durante la historia donde los procesos de ocupación sobrevinieron a los de la planificación no dio el tiempo suficiente para desentrañar las raíces históricas y gloriosas de nuestro pasado y que ahora con la suficiente conciencia social y responsabilidad no puede ni debería dejarse de lado la rigurosidad científica para afianzar nuestra identidad soslayada en la época colonial por las políticas utilizadas para borrar toda evidencia histórica de nuestro rico y aún desconocido pasado.
En consideración a la gran responsabilidad moral y ética ante el país y el mundo de cautelar los valores ancestrales que le han otorgado el titulo de patrimonio mundial no solo por el aporte europeo sino y aún no reivindicado aporte local es importante no cegarse ante esta realidad que nos enorgullece y nos posiciona en este momento más que nunca en un lugar privilegiado ante mundo por poseer una de las maravillas del planeta y un inmenso y basto patrimonio cultural que puede perderse de manera permanente y constituir un nefasto antecedente mundial en quebranto de la civilización.
Considerando que en las mesas de trabajo se ha relegado la participación activa y necesaria de las entidades encargadas por ley para la preservación de patrimonio nacional en los aspectos técnico y científicos sobre la campiña y el entorno natural colindante de la cadena montañosa que rodea la ciudad y que forma parte constitutiva del criterio IV de la declaración de la UNESCO y que es consecuencia de permanentes conflictos y fricciones entre los agentes inmobiliarios, propietarios y la autoridad debido a la incoherencia de los últimos planes que tienen esa debilidad por ser meros documentos declaratorios de la realidad y que nunca se han instituido en ningún momento de la historia en verdaderos instrumentos de gestión del suelo urbano y del desarrollo de la ciudad y que en perspectiva serán herramientas insuficientes generadores de problemas previsibles causando los absurdos procesos administrativos y el aprovechamiento de malos funcionarios para solucionar los mismos mediante mecanismos vedados e irregulares del cual adolece nuestra sociedad y que son fruto de estos incompletos documentos.
Considerando que la ciudad de Arequipa desde la década de los 50 del pasado siglo comenzó uno de sus procesos de transformación históricos habilitando grandes extensiones de suelo programado y que desde los 80 del mismo siglo este proceso es irracional y que ahora con las últimas invasiones no solo ha distorsionado la realidad urbanística de la ciudad sino que desde ya ha desactualizado el aún no aprobado plan, los problemas presentes de dotación irregular de agua, energía eléctrica y que en estos últimos meses los ciudadanos venimos soportando y que es muy probable que se agudicen en el futuro es por si causal de la revisión del plan y el análisis serio sobre la ampliación del suelo urbano.
En consideración a las antiguas construcciones hechas bajo los reglamentos de construcción existen partes de la ciudad que deben ser reorganizadas determinándose las zonas de renovación urbana por haber ya cumplido con su cometido y que de forma espontanea vienen cambiando sus densidades y por ende la fisonomía de la ciudad como una solución de la misma comunidad a los problemas de habitar en la ciudad y que el proyecto del nuevo plan no lo contempla y tampoco lo menciona colocándolo como un documento irreal y falaz, siendo que el urbanismo moderno demanda la renovación programática del espacio urbano afín con su mismo desarrollo y reordenamiento posición que permite en muchas ciudades de avanzada lograr y racionalizar su suelo y mejorar sus entornos y hábitat urbanos ya empobrecidos y decaídos.
Considerando que la ciudad vertical no es una utopía y menos cuando los nuevos emprendimientos habitacionales tienen cada vez una mayor demanda denotando ser la respuesta a la calidad de vida pues pueden resolver en la misma área de ocupación la vivienda, los equipamientos, la seguridad y el mejoramiento de los entornos verdes y que desde luego la autoridad y el estado por ley están obligados a implicarse y a desarrollar programas de nueva vivienda de altura y no permitir los procesos inhumanos de invasiones que desdicen las obligaciones de los estamentos del estado que están involucrados por ley demostrando el desamparo sobre todos de estos ciudadanos al permitir un mercado negro de trafico de lotes, violencia desmedida con perdida de vidas humanas destruyendo el estado de derecho, el orden y la planificación.
Por lo tanto:
Debe atenderse con preocupación y denuedo y mayor celo el tema del patrimonio cultural, por lo que recomendamos se detalle y determine con precisión las zonas de conservación y se establezca los mecanismos de gestión que le den continuidad y viabilidad a la campiña y su entorno natural, así como de los sitios arqueológicos los cuales podrán ser los nuevos “parques arqueológicos de la ciudad”.
Se sugiere se estudie de forma técnica y legal las zonas invadidas y su reversión al estado, teniendo en cuenta las variables de dotación de los servicios básicos y los procesos de urbanización como parte de la reserva de la ciudad de aquí al 2050 y la reubicación de los afectados a programas de vivienda social resueltos por el estado en edificios de mayor densidad.
Se propone se propicie un mayor análisis para la determinación de las zonas de renovación urbana conversión del suelo, crecimiento vertical, mejoramiento de la infraestructura y su programación y planificación sucesiva que devenga en los articulados del Plan y sobre todo la definición de las zonas de tratamiento, sus mecanismos de gestión y la correspondiente normatividad así como el acompañamiento de los proyectos de ley para la creación por el congreso de las zonas de renovación urbana.
La ciudad necesita reales cambios de actitud en busca del bien común y no del aprovechamiento particular de ciertos sectores.
El editor.

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