martes, 11 de septiembre de 2012

EL TAMBO RUELAS CUANDO EL ARRIERO DESCANZO


IMAGEN DE http://el-encantador-de-serpientes.blogspot.com/2011/08/de-melgar-la-guerra-con-chile.html
APUNTES PERIODISTICOS http://elbuho.pe/2011/08/14/informe-ecos-del-sillar-recuperado/

Una de las actividades más importantes y vitales para las ciudades y la unidad del territorio fue el desplazamiento de las mercancias y bienes de las provincias, las cuales estuvieron en manos de los arrieros palabra que deviene de "arre", eran personas que trajinaban con sus bestias de carga  llevando los productos de una comunidad a otra, el grupo de bestias llevaba el nombre de recua del ár. hisp. rákbah, y este del ár. clás. rakbah, que significa cabalgado; por lo tanto la recua estaba constituída por el conjunto de animales de carga, que le servían al arriero para trajinar.

El espacio que se especializó en la colonia para albergar a los arrieros con sus recuas se llamo "tambo"  del quechua tampu, que se utilizaba como hospedaje o casa de estancia temporal, estructurada por un gran patio entorno al cual se levantaban habitaciones en hiladas o en forma centralizada.

domingo, 9 de septiembre de 2012

EL NEOCLASICO DE LA PRIMERA GENERACIÓN EN LA CALLE SAN FRANCISCO

Las tres cuadra de la C/. San Francisco contituyen un documento abierto al primer neoclásico en la ciudad de Arequipa de gran valor arquitectónico como testimonio del buen quehacer al despertar al decimonono.
Podemos apreciar la arquitectura de transición del barroco al neoclásico como la casa 227 o el inicio del neoclásico de la primera generación en la casa 319.
227
1783-1809

319
1809- 1930


sábado, 8 de septiembre de 2012

PILLO UN ENIGMA O UN DESCUIDO

Desde el punto de vista urbanístico Pillo es un ejemplo de ocupación del espacio prehispánico que da grandes luces de como pudo lucir los poblados collas en el valle del Chili en la zona del mismo centro de la ciudad y sobre todo en el asentamiento de los Yarabayas.
1.- El poblado.
2.- Las andenerías.
3.- Las tumbas.
4.- El espacio ritual.
Esta disposición es recurrente y se puede apreciar tanto en el mismo Pillo como en las evidencias de San Lázaro y Selva Alegre, constituyendo una unidad espacial y morfológica común. Donde El barrio de San Lázaro debió ser la unidad del poblado, entre las tumbas de Selva Alegre y el Barrio de San Lázaro se encontrarían las andenerías del complejo y el extremo norte del actual parque de Selva Alegre el ámbito de las tumbas, el único elemento faltante es el espacio ritual, aunque ausente también debió exixtir.

Pero Pillo ese eslabon urbano arquitcetónico es ahora un descuidado sitio que alguien debe de gestionar e incertarlo en el sistema económico de la ciudad para procurar su debida conservación y no su abandono. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

TERTULIA DE LOS VIERNES: Presentara el video "Se acabó la fiesta"



"Se acabó la fiesta" es un documental que reflexiona entorno a la arquitectura realizada en los ultimos 20 años en España. Hablan Felix de Azua, Sir Richard Rogers, Blanca Lleo, Emilio Tuñon, y Luis Mansilla, así como los directores de la Revista El Croquis y el periodista Llazer Moix

Los viernes son desde el 24 de agosto  un día de culto a la literatura de arquitectura, compartimos el misterio de un buen libro con comentarios ávidos de conocer lo que guardan en esas páginas los libros de la Biblioteca de la FAU - UNSA esos secretos atesorados............
Los invitamos acompañarnos con un café y tertuliar entre amigos y obras el gusto del saber escuchar y el mejor decir.

Viernes 14 de septiembre de 2012
6:00 pm
Biblioteca de la FAU - UNSA


martes, 4 de septiembre de 2012

"La Casa Tristán del Pozo” EN EL PERIODO DEL RETABLISMO DE AREQUIPA

Su frente esta compuesto por un alto muro que remata en una cornisa escalonada, gárgolas con cabezas de puma, cuatro ventanas – dos por lado- y una imponente portada prolíficamente decorada. Las ventanas constituyen uno de los elementos originales de los diseños arquitectónico de la región: el vano pequeño y rectangular se abre sobre una repisa y, en la parte superior, como si fuese el remate de unas pilastras inexistentes, destacan medio capiteles parecidos al estilo corintios. Sobre ellos se extiende un primer dintel que contrasta con un segundo dintel superior cuyo entablamento está exuberantemente exornado con cuadrifolias, follajería y monogramas, y protegido entre cornisas escalonadas con labras de rosetones y querubines en el centro y los extremos.

La gran portada posee en su primer cuerpo un vano dintelado con pilastras laterales de fustes huecos dentro de los cuales se encuentra medias columnas. A los lados se aprecian orlas constituidas por jarrones de los que surgen ramificaciones ondulantes y floridas que se entrecruzan en elegante movimiento. Mediando un ancho entablamento, en el que contrastan espacios lisos con otros decorados de cuadrifolias y una repisa escalonada en el centro, se levanta el prominente tímpano circundado de una amplia cornisa que concluye en roleos, En los extremos se encuentran pináculos piramidales que aligeran y dan un sentido de verticalidad sobre la acusada horizontalidad de la fachada. A los lados, a modo de continuación de las pilastras, se suceden cuadrifolias y rosetones.
El espacio central del tímpano concentra un movido juego de diseños en el que parece adivinarse la representación de un candelabro que reposa sobre una base semicircular. Los brazos del mismo estarían formados por cinco, tallas y flores de cantuta sobre los que están labrados un número similar de monogramas dedicados a Cristo, La Virgen María, San José, Santa Ana y San Joaquín. Quizá, como lo indica Enrique Marco Dorta, represente el árbol genealógico de Jesús. El resto de la decoración está formado por relieves planiformes de tallos ondulantes, hojas y rosas. Al interior se ingresa por un zaguán que da a un amplio patio rectangular en el que contrastan agradablemente los relieves de los dinteles con la blancura de los lienzos llanos. Las amplias habitaciones abovedadas conservan sus sobresalientes cornisas escalonadas, querubines como elementos exornativos y restos de pintura que evidencian que en algún momento final del siglo XVIII o principios del XIX – algunas partes de la cubierta lucieron una vistosa policromía. En el paisaje que media entre el patio y el segundo patio se distribuyen otras habitaciones y una recia escalera que lleva a la azotea.
La amplitud del traspatio nos permite suponer que en él debió existir no solo una regalada huerta, sino también caballerizas y depósitos para los granos que, en tiempos de cosecha se traían de la campiña para el consumo de la gran mesa familiar.
Al final de la escalera y sobre el ambiente que ocupa el baño aún se aprecia restos de un conjunto de oteas o bovedillas de segundo pisos que eran usados por la servidumbre para la vigilia de los ambientes de mayor importancia, así mismo en este mismo ambiente cabe resaltar dos quicios de sillar de andesita perforados en su eje para sostener alguna puerta de piso a techo y que probablemente fuese de algún recinto dedicado al culto o corredor interior.